Hola a todos.

Estamos atravesando la parte más calurosa de este verano de 2020, y para aquellos que no tienen aire acondicionado en su domicilio o su oficina puede surgir la duda de si instalar un aire acondicionado fijo, de tipo Split; o bien decidirse por los nuevos aires acondicionados portátiles, también llamados pingüinos.

Hoy te vamos a contar algunos motivos por los cuales, a día de hoy, no es recomendable adquirir un aire acondicionado portátil salvo en casos muy específicos. Aquí van:

• • El término “portátil” no es del todo cierto, pues no son completamente portátiles, ya que precisan de estar cerca de una ventana o terraza en la cual instalar el tubo que expulsa el aire más caliente al exterior. Este tubo también puede ser una molestia en la vivienda, además de ser totalmente antiestético.
  • Otro factor que se suma al anterior es que si bien cada vez son más pequeños, aún son relativamente voluminosos y pesados, siendo su peso medio de unos 25kg. Por otro lado los aires acondicionados de pared no molestan en absoluto una vez instalados.
  • Este peso se debe fundamentalmente a que el compresor se encuentra incluido en el propio aparato lo cual es consecuencia directa de la siguiente desventaja: que son más ruidosos que los aires acondicionados fijos de tipo split, los cuales, debido a su funcionamiento tienen el compresor fuera, en la fachada. El ruido que hacen los aires acondicionados portátiles es de 65dB de media, el equivalente a una oficina grande en horario de trabajo, lo cual no los hace indicados para zonas de descanso.
  • Sin embargo este aumento en el ruido que emiten no se traduce en una mayor potencia. Al contrario, puesto que estos aparatos tienen una potencia que oscila entre las 1500 y las 3000 frigorías. De este modo sólo los más potentes (y caros) tienen la capacidad de enfriar un salón de unos 20m².
  • Esta falta de potencia no va unido a un menor gasto energético, ya que son aparatos poco eficientes que aumentan el consumo energético incluso a niveles del consumo del periodo invernal. Esta ineficiencia se suma a la dificultad para garantizar una buena estanqueidad del tubo que va hacia el exterior que generalmente se traduce en tener el aparato funcionando con una ventana abierta al calor de agosto.
  • Cabe destacar también su baja versatilidad. Pues estos aparatos, a diferencia de la mayor parte los aires acondicionados tipo split, no cuentan con una función de bomba de calor que los convierta en un aparato útil en los meses más fríos.

En definitiva, la adquisición de un aire acondicionado portátil es una inversión desventajosa incluso a corto plazo, pues sus precios oscilan de un 40% a un 85% del valor de un aire acondicionado Split convencional (incluso llegando a superarlos en precio en ocasiones) pero con una eficiencia energética y potencia frigorífica mucho menor que se traducen un alto gasto eléctrico.

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¡Que tengáis un fresco verano!